En Copiapó impulsan el programa “Presente con mi Aprendizaje” para promover la asistencia de sus estudiantes a clases
Durante una reciente visita, el panel evaluador de la Macrozona Norte de la Agencia de Calidad de la Educación levantó esta buena práctica.
Desde marzo de 2022, en tiempos de pospandemia, los escolares han comenzado a retomar clases, a pesar de las preocupaciones por el COVID19, en respuesta al diagnóstico de baja asistencia. En este contexto, la escuela Isabel Peña Morales de Copiapó ubicada en la región de Atacama, ha implementado el programa “Presente con mi Aprendizaje”, con el propósito de alentar la asistencia de todos sus estudiantes a clases con el objetivo de mejorar sus aprendizajes en el aula.
La Agencia conoció esta experiencia en el marco de una Visita de Aprendizaje realizada entre el 22 y 25 de agosto del presente año, en la cual participaron Gloria Vega y Erick Bergholz miembros del panel evaluador de la Macrozona Norte.
Este establecimiento, perteneciente al Servicio Local de Educación Pública Atacama, actualmente tiene una matrícula de 1090 estudiantes, distribuidos en 32 cursos desde el nivel de educación parvularia hasta 8° de educación básica. Su director es Rubén Páez Trigo.
El programa “Presente con mi Aprendizaje” se centra en fortalecer la asistencia de las y los estudiantes reconociendo que esta es la base para mejorar los porcentajes de asistencia y niveles de retención, pero, sobre todo, para potenciar el proceso de aprendizaje en el aula pues tienen la convicción de que “en clases aprenden más y mejor”, según nos cuenta la evaluadora Gloria Vega. Para el cumplimiento de este objetivo, detalla que realizan una serie de actividades, entre las que destaca la visita a la sala de clases de los ¡Súper héroes, súper presentes! quienes tienen la tarea de fomentar la empatía entre las y los estudiantes: “Ellos tienen poderes, como enseñar la empatía”. Además conversan con aquellos que no van a clases, demostrando su preocupación por la situación familiar en que se encuentran o por su salud, si fueran estos los casos”.
El programa también incluye un seguimiento diario y mensual de la asistencia de las y los estudiantes, involucrando activamente a los apoderados. También se han implementado acciones específicas para quienes presentan inasistencia reiterada y que tienen riesgo de desertar o de tener menores oportunidades académicas. Ante esto, existen instancias de conversación y trabajo entre la familia, unidad técnico pedagógica y asistente social. Además, se han creado diversas acciones de promoción de la asistencia, implementando celebraciones a inicio del periodo escolar, la publicación en redes sociales internas de fotos de los cursos con mejor asistencia y la entrega de incentivos para el estudiantado.
Por su parte, el evaluador Erick Bergholz comenta que “la importancia que le da la escuela a la asistencia es buscar y asegurar experiencias de aprendizaje en el aula: ese es el foco. No asistir por un tema de recursos o subvención, sino que es con la clara convicción de que, si el niño o la niña viene a clases puede tener experiencias significativas de aprendizaje en el aula, de otra forma no lo se puede lograr”.
Esta buena práctica considera el uso de paneles informativos, mensajes, énfasis, premios o reconocimientos que promueven la responsabilidad de las y los estudiantes. Esto además con la decisión de hacer clases más atractivas.
El foco considera a todos los estudiantes, no solo a quienes no asisten. “Los niños y niñas así como sus padres y/o apoderados entienden que el foco no es lo punitivo o la sanción, sino generar conciencia en lo fundamental, que es asistir a clases para fortalecer en el aula los aprendizajes”, puntualiza Bergholz.
El panel evaluador de la Macrozona Norte destaca que esta buena práctica “se enmarca en los ejes de la reactivación educativa, que es la asistencia escolar y la vinculación con el establecimiento, para evitar la desvinculación. El foco está en que las niñas y los niños se sientan parte, queridas/os e importantes en la comunidad educativa. Y por supuesto, esto también ayuda y favorece los procesos socioemocionales, porque estando dentro del colegio se sienten protegidas y protegidos”.